Desde el inicio del máster hemos tenido la oportunidad de trabajar
en nuestro portafolio y, así, hemos sido capaces de observar mejor la evolución
de nuestro proceso de aprendizaje a lo largo de todo el curso. De esta manera,
en esta nueva entrega se continúa con la reflexión sobre los contenidos
adquiridos en el segundo semestre del máster haciendo una selección de los temas
que consideramos que han tenido un mayor impacto en nuestra formación mediante
el análisis de tres muestras. Por otra parte, también se nos invita a echar un
vistazo a nuestros objetivos y concepciones iniciales acerca del máster en
nuestro punto de partida, de forma
que podemos apreciar mejor cómo han ido avanzando nuestras ideas previas
gracias a los saberes adquiridos en cada una de las asignaturas impartidas y a
la instrucción recibida por parte de los profesores. Todas estas
consideraciones nos servirán para plantear un nuevo plan de acción que
manifieste nuestra estrategia para enfrentarnos a la última etapa del Máster de Profesor de Español como Lengua
Extranjera.
En mi selección de muestras he escogido tres trabajos siguiendo
diferentes criterios:
- Muestra 1:
Investigación y análisis contrastivo – Lengua española en contexto
Elegí esta actividad ya que en ella se trabaja el
análisis contrastivo de errores en la interlengua de estudiantes cuya L1 es el
inglés, lengua que está muy presente en mi vida ya que también imparto clases
de inglés y la mayoría de estudiantes con los que he trabajado en la enseñanza
de español han sido de origen estadounidense.
- Muestra 2: Reflexión conjunta sobre la inmersión y no inmersión
lingüística, análisis comparativo de materiales didácticos y propuestas de
posibles adiciones o cambios – Procesos de aprendizaje e instrucción de lenguas
Valoro esta actividad como un ejercicio que
ha tenido un impacto positivo dentro de mi proceso formativo debido a su
dificultad y a la capacidad de síntesis que requiere al tener que analizar
diferentes tipos de información para su realización.
- Muestra 3: Prácticas docentes
Aunque es un requisito incluir este apartado
dentro de nuestro muestrario para el portafolio, esta asignatura ha sido muy
enriquecedora dentro de mi aprendizaje en el máster por su carácter práctico,
ya que requería que hiciéramos uso de la teoría aprendida a lo largo de todo el
curso; y por su carácter reflexivo, dado que debemos analizar nuestra
experiencia dentro de las prácticas junto a nuestros profesores y compañeros
para valorar los aspectos positivos y mejorables que se han manifestado en
nuestra labor docente en el centro de prácticas que ha colaborado con nosotros.
Con referencia a mi punto de
partida, me gustaría hacer hincapié en uno de mis objetivos planteados de
cara a la mejora de mi labor como docente:
“Siento la necesidad de actualizar
y ampliar mis técnicas de enseñanza. Tengo la sensación de que ciertos
conocimientos se han fosilizado y me gustaría aprender a sacar el máximo
partido de mi clase. Asimismo, hay ciertas cosas que pienso que ya sé y después
de la clase veo que no ha funcionado como antes, por lo que a veces puedo
precisar de más preparación. El problema es que al buscar nuevos recursos me
pierdo un poco con la gran cantidad de opciones que uno encuentra, pero que no
siempre responden a las necesidades que uno desea cubrir en el aula, con lo que
a veces suelen ser horas y horas de absoluto fracaso”.
Me siento muy satisfecha al poder
decir que, gracias a cada una de las asignaturas realizadas, tanto en el primer
como en el segundo semestre, estoy más encaminada hacia el cumplimiento de este
propósito y considero que he ganado confianza dentro del aula. Sin embargo,
todo lo aprendido también me ha hecho darme cuenta de que esto supone un
esfuerzo a largo plazo, ya que el profesor debe renovarse constantemente y
adaptarse a las necesidades de sus estudiantes. Además, hay que limitarse a
aspectos específicos en la búsqueda de recursos adicionales para conseguir su
buen manejo y máximo provecho, ya que, en realidad, pueden servir de mucho a la
hora de enriquecer una clase y de conseguir nuestros objetivos didácticos.
Por otro lado, remarcaría sobre
todo el hecho de que realmente se han sacudido los cimientos de mi concepción
de la enseñanza y de las herramientas que tenemos dentro del aula. En este
caso, debo confesar que a veces olvido que todo lo que hay en la clase tiene
una función específica que nos puede ayudar en nuestros objetivos didácticos y,
por lo tanto, no siempre le saco el mayor partido ya que, a veces, solo pienso
en su uso básico como ayuda para el profesor (pizarra, paredes, etc.). Para ser
más conscientes de la utilidad que pueden tener estos elementos y de cómo
pueden ayudarnos a cumplir nuestros objetivos didácticos deberemos responder
siempre a la pregunta básica ‘¿para qué?’, tal y como nos insistió la maestra
Begoña Montmany durante las jornadas presenciales en el campus de Mundet en
Barcelona.
Dicho lo anterior, cabe remarcar
que mi entender acerca de la enseñanza y aprendizaje de ELE es mucho más amplio
y puedo ver como ahora comprendo de una manera más técnica y académica la
teoría y la práctica de la enseñanza de ELE. Por ejemplo, en mi primera
reflexión relacionada a esta pregunta comento:
“Mostrar un dominio de la lengua y
de lo que se enseña y ofrecer diferentes tipos de manifestaciones del idioma
(leer, escribir, escuchar y hablar)”
En este momento, sé que al
referirnos a estas habilidades lingüísticas nos referimos a las destrezas de
los estudiantes. Por consiguiente, detalles como estos son los que manifiestan,
desde mi punto de vista, cómo he avanzado y crecido como docente gracias a este
máster, ya que a pesar de tener las nociones necesarias que me han permitido
ejercer de profesora de idiomas durante los últimos años, tenía muy claro que
había llegado el momento de invertir en mi educación para mejorar como
profesional en mi carrera como docente y hablar de destrezas es una
terminología que ahora surge en mí de manera natural. Mas aún, entiendo mejor
la necesidad del enseñante de seguir formándose para mejorar la calidad de su
enseñanza.
No solo esto, sino que cada vez más
queda más claro para mí el hecho de que la enseñanza de ELE es muy diferente a
la impartición de otras disciplinas y requiere de unos conocimientos muy
amplios que el enseñante debe de entender para poder alcanzar el éxito en el
aula, por lo que el simple hecho de ser nativo no bastaría para poder
enfrentarse al rol de maestro. Así pues, reiteraría el apartado mencionado
anteriormente, ya que el docente debe dominar lo que enseña y añadiría que
tiene que saber el procedimiento que va a seguir para conseguir sus
objetivos.
Finalmente, me gustaría agregar
algo que no me planteé al inicio de este curso y es que, aunque se nos sugirió
hacernos una planificación para el tiempo de estudio que íbamos a dedicar las
asignaturas del máster, no era consciente de los cambios que tendría en mi vida
profesional y laboral, factores que han afectado mucho a mi rendimiento y al
número de horas de dedicación a esta formación. Aunque se trate de una
modalidad a distancia, este es un Máster y, por lo tanto, las horas que
requeridas para su realización son muy altas y es algo que hay que tener en
mente siempre, por lo que hay que ser constante y riguroso, algo que no siempre
es posible por factores externos, como bien ha sido mi caso.